Dos visiones de una misma ciudad

Uno dice Granada y, como en un laberinto de sol y de barro, de nieve y de guitarras, de campanas de madera y de leones de agua, los sentimientos acuden en manada, a galope, igual que los recuerdos del turista japonés que uno inevitablemente fue en viajes reiterados, del viajero aquien jamás, de regreso le cabían las sensaciones en la maleta; del caminante por la Alhambra o por la huerta de San Vicente o por el albaicyn y el Sacromonte, o por la catedral en donde reposan los restos de los Reyes Católicos, de Juana la Loca, de Felipe el Hermoso.
"Dale limosna, mujer/ que no han en la vida nada/ como la pena de ser/ ciego en Granada". Son los versos de Icaza escritos para siempre en la Alhambra. Sólo los granadinos no son ciegos en Granada, que a los de otras tierras nos ciegan las sensaciones y nos tienta el vértigo de los tópicos, que no por ser verdades repetidas son menos verdaderas...
Mejor callar, mejor sentir. Mejor sentarse y ver como en Sierra Nevada hay nieve, y como el barro y el genil bañan el último reino, envidia de Damasco, en que se culminó, entre lágrimas, la reconquista iniciada en Covadonga por Don Pelayo... Pero no hablemos de guerras sino de delicados versos tallados en la piedra, en laureles, cipreses y palemras en la ciudad de los laberintos y las celosías donde se perfumaba el agua d elas acequias con jazmines cuando en París no sabían lo que era una alcantarilla...
Guarda silencio compañero. Deja los libros que entierren a los libros. Da paso a la memoria para que lo no vivido se aparezca, espontaneo como en un juego de magia y psicoanálisis. piensa que las manos de Manuel de Falla están sobre las teclas del piano. Y que Federico ha llegado a aferrarse a la vida antes de las raiciones y el plomo en el arroyo de Víznar. Y que en la zambra bailan los gitanos y los arcángeles. Y que Carlos Cano sigue cantando a la campana de la torre de la Vela, antes de que el diablo le robase el corazón.
Ven a Granada, amigo, y diles a Praga, a Jerusalem o a Venecia que esperen...

Faustino F. ÁLvarez