6 de diciembre de 2010

Cómo perpetuarse a través de los siglos


El escritor griego Luciano cuenta la estratagema de que se valió el arquitecto Sostrato, constructor del célebre Faro de Alejandría, para perpetuar su fama. Después de finalizar su obra, grabó profundamente en la piedra su nombre y lo recubrió con un enlucido de yeso, sobre el cual grabó el nombre del rey Tolomeo Filadelfo, que entonces reinaba (250 años a. C.). Al cabo de muchos años, la capa de yeso con el nombre del rey cayó y dejó al descubierto la siguiente inscripción: "Sostrato de Cnido, hijo de Dexifano, a los dioses salvadore, por aquellos que están combatidos por las olas".
Luciano añade el siguiente comentario: "Así, Sostrato no trabajó para su provecho presente ni para el corto instante que dura la vida, sino para un futuro glorioso, pues mientras el faro permanezca en pie pregonará la obra de su talento".